-ARGUMENTO:
La obra está dividida en siete tratados y cuenta en primera persona la historia de Lázaro González Pérez, un niño de origen muy humilde; aunque sin honra, nació en un río de Salamanca, el Tormes, como el gran héroe Amadís; quedó huérfano de su padre, un molinero ladrón llamado Tomé González, y fue puesto al servicio de un ciego por su madre, Antona Pérez, una mujer amancebada con un negro, Zaide, que le da a Lazarillo un bonito hermanastro mulato.
Entre "fortunas y adversidades", Lázaro evoluciona desde su ingenuidad inicial hasta desarrollar un instinto de supervivencia. Es despertado a la maldad del mundo por la cornada de un toro de piedra, embuste con el que el ciego le saca de su simpleza; después rivaliza en astucia con él en diversos célebres episodios como el de las uvas o el jarro de vino (un modelo de narración clásica) hasta que se venga devolviéndole la cornada de piedra con otro embuste, que le vale al cruel ciego descalabrarse contra un pilar.
Pasa luego a servir a un tacaño clérigo de Maqueda que lo mata de hambre, y al que sisa algo de pan de un arca que tiene; el clérigo lo confunde a oscuras (en su boca silba accidentalmente la llave del arca, escondida mientras duerme) y, tomándolo por culebra, descubre el engaño, le da una tremenda paliza y lo despide.
Después entra a servir a un hidalgo arruinado cuyo único tesoro son sus recuerdos de hidalguía y de dignidad; Lazarillo simpatiza con él, ya que aunque no tiene nada que darle, por lo menos le trata bien, si bien recurre a esa simpatía que despierta para conseguir que le dé parte de los mendrugos que consigue el muchacho al pedir limosna, ya que él no posee la dignidad de la hidalguía. El patético escudero termina por abandonar la ciudad y Lazarillo se encuentra de nuevo solo en el mundo.
Más adelante sirve Lázaro a un sospechoso fraile mercedario, tan amante del mundo que apenas para en su convento y le hace reventar los zapatos. Según Aldo Ruffinato, habría una alusión a las reformas monásticas por entonces de moda, en el sentido de "descalzar" o hacer más rigurosos los estatutos del clero regular, o quizás alusión a actividades sexuales hetero u homoeróticas.[22] Sin embargo, Francisco Rico asegura que «no hay el menor inidicio para suponer tal escabrosidad», pues el sentido del texto es una simple abbreviatio o reticencia, procedimiento abundantemente usado antes, como cuando relatando sus aventuras con el ciego, Lázaro dice «por no ser prolijo, dejo de contar muchas cosas [...]», en elipsis que era común para terminar las cartas, teniendo en cuenta que todo el Lazarillo una larga epístola.[23]
El tratado quinto es más extenso: narra una estafa realizada por parte de un vendedor de bulas o buldero. Lazarillo sirve al buldero y asiste como espectador, sin opinar, al desarrollo del timo, en el cual finge el buldero que alguien que piensa que las bulas no sirven para nada está poseso por el diablo, cuando en realidad está compinchado o conchabado con él; esto se descubre a posteriori, con una hábil técnica de suspensión. También este tratado sufrió la poda de la censura.
Los restantes y breves tratados narran cómo Lázaro se asienta con otros amos, un capellán, un maestro de hacer panderos y un alguacil y se hace aguador. Por último consigue el cargo de pregonero gracias al arcipreste de la iglesia toledana de San Salvador, quien además le ofrece una casa y la oportunidad de casarse con una de sus criadas, con la finalidad de disipar los rumores que se ciernen sobre él, ya que era acusado de mantener una relación con su criada. Sin embargo, tras la boda los rumores no desaparecen y Lázaro comienza a ser objeto de burla por parte del pueblo. Lázaro sufre la infidelidad con paciencia, después de toda una vida de ver qué es el honor y la hipocresía que encubre la dignidad realmente, ya que eso al menos le permite vivir, y con ello termina la carta, un cínico alegato autojustificativo que ridiculiza la literatura idealista del momento. Lázaro afirma que ha alcanzado la felicidad, pero para ello ha debido perder su honra, pues los rumores afirman que su mujer es la amante del arcipreste. Para mantener su posición, Lázaro hace oídos sordos a dichos rumores.
-EL PÍCARO:
Lazarillo de Tormes es una obra anónima donde se presenta de manera autobiográfica como la vida es, o como la misma va influyendo y forjando el carácter de Lázaro, su protagonista. Es considerada precursora de la novela picaresca por elementos como el realismo, la narración en primera persona, la estructura entre varios amos y la ideología moralizante y muy pesimista. Su esbozo es irónico y despiadado de la sociedad de aquel contexto, donde son presentados vicios y actitudes hipócritas de las clases sociales y, especialmente, de los clérigos y religiosos.
La originalidad del libro crea un género literario muy realista, la novela picaresca, donde el recurso es la parodia caballeresca romanticista.
La obra está dividida en siete tratados contados en primera persona. Lázaro se presenta como un niño de origen muy humilde que nació en un río de Salamanca, el Tormes, quedándose huérfano de su padre, un molinero ladrón.
El primer tratado comienza con Lázaro contando la historia de su infancia. Que su apellido o sobrenombre proviene del lugar donde nació, el río Tormes. A los ocho años, su padre fue acusado de robo y obligado a servir a un caballero en contra de los moros donde durante esta expedición pierde la vida.
Después de este suceso, Lázaro y su madre se van a vivir en otra ciudad donde la madre del niño conoce a un hombre llamado Zaide. El niño de pronto acepta la relación, pero la felicidad es algo efímero, pues el padrastro es un ladrón y luego es capturado y azotado.
En un mesón su madre conoce a un ciego, al que le pareció que el niño pudiera servir de guía. Le da al niño al ciego y este será su primer amo. El ciego era muy astuto y, más que cualquier otro, le enseño a Lázaro lo difícil que era la vida. No se puede olvidar en este ínterin que este amo es muy avaro y apenas le daba de comer al protagonista de la historia. Cuando finalmente Lázaro se cansa de vivir con el ciego que le engaña y se huye de él.
En el segundo tratado Lázaro se encuentra con un clérigo. Acepta el trabajo que le propuso el clérigo, pero después va a percibir que nada cambiaría en su triste vida, pues el clérigo no pasaba de un avaro y no le alimentaba decentemente. Con este amo aprendió que se no robara moriría de hambre. Para conseguir el pan el pícaro sacó una copia de la llave del baúl donde estaba el pan. Al clérigo enterarse de ello va a pensar que los culpables son los ratones hasta que se entera de que el culpado es Lázaro y le despide del trabajo.
Ya en el tercer tratado Lázaro llega a Toledo, donde por dos semanas, vivió de limosnas. En uno de esos días en que anduvo mendigando se encuentra con un escudero de muy buena apariencia, que luego se tornará su tercer amo. Lázaro luego darse cuenta de que el escudero en verdad era un hombre pobre. Con este, para poder comer tuvo que mendigar y también darle de comer al escudero. Lázaro se va de este amo cuando los dueños de la casa se van a cobrarle a su amo el alquiler y éste se huye.
En el cuarto tratado Lázaro es presentado por sus vecinas, es decir, por las vecinas del escudero al fraile de la Merced. Este será su cuarto amo. A este le gustaba muchísimo caminar y visitar. Tanto caminaron los dos que en pocos días Lázaro rompió su primer zapato. Vale decir que este amo fue el primero a regalarle un zapato. Lázaro se cansa de servirlo y lo abandona.
Ya en el quinto tratado Lázaro se encuentra con un buldero. Este engañaba junto a un alguacil, a las personas, tratando de convencerlas para que creyeran en sus verdades. Pocos meses después Lázaro le abandona a este amo también.
El sexto tratado cuenta como Lázaro encontró a un capellán que le recibió por suyo. De este ganó un asno y cuatro cántaros además de un azote; pronto comenzó a echar agua por la ciudad. Usó aquel oficio por cuatro años y después entrega el asno y se va de aquella vida.
El séptimo tratado narra el encuentro de Lázaro con un alguacil, pero muy poco vive con él. Llega el día en que Lázaro se encuentra al arcipreste de San Salvador y este le casa con una criada suya. Vivió muy bien con su esposa, en una casa al lado del arcipreste. Luego empezaron los comentarios sobre su esposa y el arcipreste. Su esposa se pone triste con los comentarios pero Lázaro la tranquiliza. De esta manera, hay la idea de que Lázaro decide no hacerle caso a los comentarios para no disminuir su felicidad. Finalmente Lázaro llega a un período de estabilidad y cambia su vida peregrina.
Después del resumen de toda la obra, vale añadir que comprenderla es una tarea que exige una mirada hacia lo que sería una novela picaresca y, además, en que período se sitúa.
Lo que se puede decir es que con esta novela nace un nuevo estilo literario. La novela precedente, aunque atrapada al humor, no presentaba un realismo tan aguzado cuanto va a traer la obra aquí en estudio.
Será más sencillo comprender las características del pícaro, es decir, del Lazarillo, el protagonista de la narrativa, al conocer las características y pormenores de la producción novelística picaresca. Sobre su origen no está claro todavía, pero se puede afirmar que este género surgió como producto de una sociedad. Así, las personas y sus costumbres son los motivadores de esta nueva concepción de arte literario.
Lo increíble es que en España del siglo XVI existía realmente un gran número de marginados y, como ya fuera mencionado,el estilo picaresco hará uso de estos detalles en la búsqueda de su sabor artístico.
La novela picaresca parece surgir con un objetivo e intención bien definidos. Por lo tanto, así como la novela precedente alcanzaba a un determinado público, con la picaresca no será diferente. El público es el pueblo, son las personas comunes y, al mismo tiempo, esta misma gente, sirve de objeto para sus creaciones.
La producción picaresca, en la figura del antihéroe se aleja del héroe convencional. Es una novela hecha al revés de los moldes de entonces. Su humor sirve de medio para la ruptura de paradigmas y su principal objetivo es el sarcasmo a valores moralizantes.
Pensar los caracteres picarescos es reflejar sobre la libertad no sólo del arte como también de un mundo atrapado a valores no reales. El pícaro es dibujado metafóricamente como el deseo de libertad de toda una sociedad.
Una de las propuestas de este tipo de novela es justamente hacer reír a sus lectores que al mismo tiempo se veían personajes. El humor no estaría lejos de la realidad y, así, poseedor de un grado elevadísimo de realismo.
Hecho este breve panorama, vale la pena traer que una de las características principales de la Novela Picaresca es el autobiográfico. Es por medio de este recurso que la imagen del pícaro es presentada. El deshonor del protagonista se explica bajo la narrativa de su historia, de su vida. Es de esta vida sufrida que el antihéroe adquiere el status de héroe pleno.
El Renacimiento es el período en que se sitúa la obra, pero esta obra también posee caracteres barrocos. Sobre el Renacimiento hace imprescindible saber que en este momento es que se constituye el comienzo del crecimiento de las ciudades, nacimiento de la burguesía y el paso del feudalismo al capitalismo. Los valores más importantes renacentistas son el libro, es decir, el conocimiento, la razón y el dinero.
Las características del Renacimiento son mezcladas con las ideas del Barroco en muchos de los personajes del libro. El hombre parece desatracarse de los valores celestiales hacia una vida mundana:
·El buldero y el alguacil son ejemplos para conseguir lo que quieren, de cualquier manera.
Ofreciéndosele a él las gracias, informábase de la suficiencia dellos. Si decían que entendían, no hablaba palabra en latín, por no dar tropezón; mas aprovechábase de un gentil y bien cortado romance y desenvoltísima lengua. Y si sabía que los dichos clérigos eran de los reverendos, digo que con más con dineros que con letras y con reverendas se ordenan, hacíase entre ellos un Santo Tomás y hablaba dos horas en latín. A lo menos, que lo parecía, aunque no lo era. (p. 117-118)
·El clérigo y el fraile de la Mercedson representacionesde la avaricia y críticas a la conducta de ciertos religiosos.
Mas el lacerado mentía falsamente, porque en cofradías y mortuorios que rezamos, a costa ajena comía como lobo y bebía más que un saludador. (sobre el clérigo, p. 66)
Hube de buscar el cuarto, y éste fue un fraile de la Merced, que las mujercillas que digo me encaminaron. Al cual ellas le llamaban pariente. Gran enemigo de coro y de comer en el convento, perdido por andar fuera, amicísimo de negocios seglares y visitar. (sobre el fraile de la Merced, p. 114)
Con base en lo que se sabe sobre los personajes ya es posible una descripción de algunos temas presentados en la obra. Véase:
·El tema picaresco – en la persona del ciego y de Lázaro. Tanto el ciego cuanto Lázaro son expertos en el arte de vivir.
– Yo oro ni plata no te lo puedo dar; mas avisos para vivir muchos te mostraré. (p. 44)
·La mezquindady la avaricia – en los actos del clérigo y del ciego.
Éste – decía yo – es pobre y nadie da lo que no tiene; mas el avariento ciego, y el malaventurado mezquino clérigo, que, con dárselo Dios a ambos, al uno de mano besada y al otro de lengua suelta, me mataban de hambre, aquéllos es justo desamar y aquéste de haber mancilla. (p. 98)
·La cuestión de las apariencias – en el escudero. Este representando los que viven bajo lo falso.
·La falsa religiosidad y la corrupción del clero.
·El hambre y orfandad – estos son características de Lázaro. Este sin padre es dado por su madre. Con relación al hambre, se puede decir que es la temática más importante de la obra. Toda la narrativa gira en torno de ello, del primer tratado hasta el último, siendo que en el último Lázaro conquista una vida mejor, por lo tanto, estable y sin hambre. A veces, al analizar el hambre es posible mirarla como una gran metáfora – Lázaro en su hambre es la representación de todo un mundo dividido entre el terreno y el celestial, con hambre de saber, de conocimiento, de vivir el carpe diem.
Ante todo sobre los temas y personajes, llega el momento en que urge presentar al pícaro, al protagonista de la novela. Claro que él ya fue mencionado en los párrafos anteriores, pero, es a partir de aquí, que será posible adentrar en sus características y epítetos.
Como epítetos de Lázaro hay muchos: experto, listo, astuto, sagaz, persistente, de entre otros.
Luego en el tratado primero Lázaro es presentado o se presenta como alguien que piensa, que refleja sobre determinadas cuestiones. En cierta ocasión al escuchar un habla de su hermanico "¡Madre, coco! En dirección a su padrastro y padre y este le responde ¡hideputa! Véase lo que piensa Lázaro:
Yo, aunque bien muchacho, noté aquella palabra de mi hermanico y dije entre mí: "¡Cuántos debe de haber en el mundo que huyen de otros porque no se ven a sí mismos. (p. 41)
El lector al reflejar sobre la citación de arriba va a percibir un Lázaro listo en su manera de pensar ante todos los problemas por lo cual pasa en su triste vida.
Otro aspecto importante es que la pobreza le empuja a Lázaro a arreglarse de todas las maneras en búsqueda de la supervivencia desde muy jovencito. Desde que su madre lo deja con su primer amo, él empieza la pugna por la vida. Tuvo que aprender a ser astuto por los senderos que era conducido.
El primero de los amos que tuvo Lázaro fue decisivo para su desarrollo. Con él estableció una relación de odio/amor/aprendizaje. Véase:
Pues tornando al bueno de mi ciego y contando sus cosas, vuestra merced sepa que, desde que Dios crió el mundo, ninguno formó más astuto ni sagaz. En su oficio era un águila. Cientos y tantas oraciones sabía de coro. Un tono bajo, reposado y muy sonable, que hacía resonar la iglesia donde rezaba; un rostro humilde y devoto, que con muy buen continente ponía cuando rezaba, sin hacer gestos ni visajes con boca ni ojos, como otros suelen hacer. (p. 44)
Mascomo yo este oficio le hubiese mamado en la leche, quiero decir que con el gran maestro el ciego lo aprendí, tan suficiente discípulo salí, que, aunque en este pueblo no había caridad ni el año fuese muy abundante, tan buena maña me di, que antes que el reloj diera las cuatro ya yo tenía otras tantas libras de pan ensiladas en el cuerpo y más de otras dos en las mangas y senos. (p. 94)
En la citación de arriba el pícaro parece engrandecer sus cualidades de aprender rápido. En todos los tratados se percibe un Lázaro que saca aprendizaje de todas las situaciones
Con su amo ciego como ya fuera dicho, aprendió muchísimo. Se puso tan astuto que en el séptimo tratado hay un pícaro que mismo delante de los cuentos a respecto de su esposa se calla a causa de mucho reflejar sobre su historia y ahora verse estable, que no quiere perder ese status.
Como pícaro que fue aprendió por medio de las experiencias el arte de vivir en el seno de una sociedad injusta e inhumana.
Lázaro es el hombre que lucha, que aprende ante lo vivido. Él representa la metáfora de que con persistencia y perspicacia es posible romper las cadenas de las injusticias sociales.
Así como el niño del Tormes, unos de los epítetos de Lázaro, muchos personajes representan situaciones distintas en un determinado contexto histórico. La búsqueda de Lázaro es la búsqueda de toda la sociedad por cambios en el orden vigente.
Lázaro es el representante máximo de la clase baja y vagabunda de la época. Es astuto y dependiente. Iba de amo en amo para satisfacer su hambre. Cada amo era una situación social diferente. Su intento con ello era conquistar la felicidad y una vida mejor. Ello es ser pícaro, dependiente, pero intencionado.
Tras leer Lazarillo de Tormes hay la oportunidad de reflejar sobre la vida, sobre el hombre, sobre la sociedad marginal de la ficción haciendo un puente con la realidad.
-TEMAS DE LAZARILLO
La temática del Lazarillo de Tormes es moral: una crítica acerba, incluso una denuncia, del falso sentido del honor ("la negra que llaman honra") y de la hipocresía. La dignidad humana sale muy malparada de la sombría visión que ofrece el autor, nihilista y anticlerical. La vida es dura y, tal como aconseja el ciego a Lázaro en la obra, "más da el duro que el desnudo"; cada cual busca su aprovechamiento sin pensar en los otros, por lo que, como se dice al principio de la obra, arrimándose a los buenos "se será uno de ellos": esto es, para ser virtuoso hay que fingir ser virtuoso, no serlo. Sin duda alguna, se trata de la visión de un humanista desencantado, acaso judeoconverso y erasmiano, a pesar de que Marcel Bataillon niega el influjo directo de Erasmo en la obra.
Como consecuencia, resultó la inclusión de esta obra en el Índice de libros prohibidos de la Inquisición, la cual permitió al cabo la circulación de una versión expurgada de los pasajes anticlericales. El Lazarillo fue, además, una obra muy traducida e imitada, y su influjo, profundo, marcó tanto la literatura española que podría decirse que sin ella no habrían podido escribirse ni Don Quijote de la Mancha ni la treintena de novelas picarescas españolas y extranjeras que se han conservado.